viernes, 2 de marzo de 2012

Escribe


Pero antes piensa. La noche es una  buena aliada a la hora del desahogo, aprovéchala. Silencio. A  la hora de ponerte el mejor estado de ánimo para escribir es aquel en el que no eres consciente de lo que dices, sin más  dices todo lo que se te pasa por la cabeza, todo aquello que alguna vez has pensado o simplemente estás contemplando en ese momento, de locura o quizás de inspiración. La noche suele acoger a todo escritor, cual gato callejero. Esa hora en la que nos lanzamos con nuestras afiladas garras y  que todos agradecemos al soltar esa pluma  (que por unos instantes nos elevó al mundo de los reproches) y caer rendidos ante el placer de desahogarnos. 

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