La dureza
que desprende una persona luchadora durante toda la vida, que se refleja en su
alrededor, como rayos de sol. Mirar atrás, y recordar muchos momentos difíciles
y algunos feos, pero solo verla a ella en momentos buenos, recuerdos. Saber que
siempre fue la primera opción con la que contar en los momentos difíciles. Una
sonrisa en esos momentos de cachondeo, que tanto nos encantan a todos, una
proposición para comer. Estoy tranquilo, lo estoy casi desde el primer momento,
veo mucha angustia, muchos nervios, probablemente demasiados, pero el principio
de todo es la calma. Esa calma que permite que las cosas, siempre salgan bien.
Nada me hace pensar mal, ni siquiera las pruebas que me muestran mis ojos, la
conozco bien. El paso de los días, en este caso es positivo, quedan muchas
lágrimas por derramar, pero para ello aún queda mucho.
PD: Dentro
de dos findes mi tía me tendrá un plato de cosido en su mesa y a su sobrino
preparado para cambiar.
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