Me he dado cuenta de que todo no vale nada, y menos la
memoria. Me dedico a volver una y otra vez, lo mismo que a recordar de la misma
forma. Somos débiles, al igual que nuestra memoria. Tenemos formas de hacernos
más fuertes, la imagen. Podemos mostrar muchas imágenes, a muchos les gusta
actuar, al fin y al cabo, la vida es una larga (o corta) película. A todos nos
gusta participar, mostrar lo que más nos gusta de uno mismo, o sin más,
mostrarnos. Pero a mí me gusta otra imagen, la que me muestra aquello que mi
memoria trata de olvidar, tan solo por ser débil. Ya veis, se puede ser más
fuerte o al menos luchar contra la debilidad, aunque también disimular ante los
demás dicha debilidad, ahora haced lo que más os guste durante vuestra
película, luchad o disimulad.
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