Miedo, esa
sensación tan odiada y que todos escondemos
para mostrarla, quizás, demasiado a menudo. Sí, nos gusta esconderla,
pero también nos gusta saber que está ahí, que podemos recurrir a ella cuando
algo no nos gusta, la excusa perfecta. Porque no es lo mismo el miedo al no
saber, que el miedo al no querer. Porque no es lo mismo que aparezca que
buscarlo. Creer que eres capaz de controlar una emoción, es vivir en la
mentira, que precisamente te deja vivir dicha emoción. Aprender a controlar
algo que se te escapa es la clave, imposible de superar. Saber esconderlo es la
clave a superar. Aunque la forma valiente es la de saber que está ahí, vivir
con él como algo que no te puede, hablar con él cara a cara y hacer como hace
el gran Leiva en su disco, decirlo muchas veces y hacernos ver que el miedo no lo puede todo…
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