Los polos nos indican en qué lugar nos situamos, norte o
sur. Pero también el bando en el que nos podemos identificar, ¿positivo? O ¿negativo?
Con los pasos atrás podemos hablar de lo mismo. Quizás ese paso atrás nos lleve
a un lugar u otro, pero sabremos dónde estamos. Es curioso que solo nos
acordemos de los cangrejos en estos momentos. Aunque también nos acordamos del
porque de ese paso atrás. Pero, ¿por qué buscar culpables? La cuestión está en
la sabiduría que ello conlleva. No quedarse en ese paso. Coger impulso. Valorar
la situación. Qué tenemos. Seguir, como siempre.
El arcoíris bajo la lluvia. El agua fría, al entrar en ella.
El fuego, sin quemarnos. La chuleta, antes de pillarnos. Mi cabeza, cuando no
piensa. Un te quiero, en el momento adecuado. El resbalón, sin su caída. El
error y su corrección. Las tres, la hora perfecta. El voleteo y su mariposa. La
calabaza y su princesa. La hoja al viento. La sangre, en vena. El libro, sin
páginas. El bueno y el malo. Lo positivo y lo negativo. ¿Quién decide qué es
cada cosa? Pues tú. Tienes un pie por delante del otro. No dejes que paren. Qué
continúen en la dirección que decidas. Adelante…
…atrás.
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