Tableros

Comienza el juego, no sabes nada, no hace falta, no necesitas saber cómo funciona, siempre que llega ese momento, el de comenzar te lanzas, pero el tablero se puede romper y las fichas escurrirse entre las fisuras que tú has provocado con tus movimientos. Aprender a jugar para ¿no cometer errores? Sólo se aprende jugándotela, invirtiendo en un nuevo tablero, seguir jugando, hasta que por casualidades del azar, del juego, en el que no creo, venzas, pero quizás esta vez también hayas sido vencido, por eso quizás no sea cuestión de ganar o perder, sino de saber jugar, y yo no sé.  

Diario de...

… una persona que ni ve, ni siente. Una persona que no sabe y que no consiente que le digan que es lo que debe saber. Independiente, viviendo su vida, su saber, sus valores. Esa es la persona desintoxicada de todo lo que nos rodea, ese todo que nos influencia, y por supuesto nos cambia ¿seguimos siendo nosotros? Mamá, Papá, no importa que no me reconozcáis, no soy vuestro hijo, soy el hijo de esta sociedad que me ha criado, entre el descontrol, la falta de valores, el miedo, imágenes horripilantes, que son lo más normal del mundo para mí y sí ¡las veo más que a vosotros!

Recuerdos

Melancolía, tristeza, alegría…recuerdos. Toda una vida eso es lo que significan los recuerdos. Hay de todo tipo reconócelo, están los buenos, los malos, los que tienen que estar ahí,  y los mejores, los que siempre prometes que son el mejor, pero que casi sin quererlo llegan otros reemplazándolos. No reniegues de ninguno, son tuyos, son tu vida. Tú eres esos recuerdos, fuerte, débil, alegre, triste, no importa es culpa de ellos. Son la causa de tu futuro, de que hayas tenido la fortaleza de salir a la calle y de conocer ahora a la persona que te observa con esa sonrisa tonta, mientras lees estás líneas, o simplemente de esa incapacidad de superar nada, y seguir aquí mirando estás líneas en lugar de salir ahí y empezar a introducir momentos que merezcan la pena, que de gusto recordar, ¿a qué esperas? Yo no gano sí sigues aquí conmigo, tú mucho si sales ahí, déjate ir. 

Derramar

Nos encanta derramar, eso de  perder. Siempre estamos derramando, lágrimas, agua, tiempo, alegría, tristeza o simplemente nuestra vida, somos derramadores profesionales…

Planear

Efectivamente, como si de sobrevolar sobre la pista de aterrizaje antes de despegar se tratase, intentas idealizarlo todo, como siempre. Las consecuencias… un “zas en toda la boca”, enhorabuena ya tienes lo que querías otra decepción más… Déjate llevar, sobrevuela justo cuando toque caer, que se trate de un aterrizaje forzoso, al límite, sobre la bocina, en el último minuto, saboreando esos nervios que te recorren justo antes de que se acabe el tiempo, o mejor que esos nervios no aparezcan, porque el final no llega, estás saboreando una libertad que no tiene límites, así que no inspecciones, sorpréndete, sorpréndeme… 

Ellos

¿Qué son 5 años? Soy un egoísta, tardé mucho en conseguir algo que quería con todas mis fuerzas, algo que ni imaginaba; lo que significaba, lo que requería; el esfuerzo, la capacidad, la dedicación, el coraje, las ganas, el poder, el querer, la responsabilidad. Eso es lo que echo de menos ahora, esa responsabilidad que me hacía ser alguien, su dueño, amo, amigo, da igual, era alguien. Ahora estoy triste, tras casi dos meses, los volví a ver, y me da pena, ver cómo van cambiando de manos como si no fuesen nada, solo son 5 años de mi vida (10-02-07), ¿qué es eso? La responsabilidad, que agobia, agota, pero que es necesaria, vivir sin responsabilidades, sin nada por lo que luchar, a lo loco, sí claro que la vivo, pero eso sólo me gusta dos “ratitos” a la semana con los amigos, pero ¿y cuándo estás solo? Ellos no te pedían nada a cambio, siempre ahí, rebosantes de alegría, con ganas de que llegues, sin ganas de que te vayas, siempre dispuestos, dándolo todo por ti. Ahora están mejor que conmigo, las cosas como son, pero llámala a ver si viene, nada no acude, solo su único dueño, es el que sabe cómo tratarla, su mentor. Sólo queda alegrarse, por algo que te hace tenerte tremendamente triste, saber que están bien, mejor que nunca. No puedo, la tristeza me inunda, la sonrisa es falsa, y yo un egoísta. 

Diario de...

…un robot. Pensamientos dibujados sobre esa placa, que simplemente mancha cada vez que reconoce alguno de los estímulos. Tan impersonal, tan “recomendaciones”, ahí está, como si fuese ese cacharro con el que nos podemos desahogar, el que no llora, la que gana. La persona que no siente, que no calla, que puedes utilizar como y cuando quieras, como si no tu viera vida, sin cuarto propio, siempre hay algo que puede utilizar tu lugar, ¿para qué guardártelo? 

Diario de...

…un dibujante de tiempo. No hay remedio que cure el paso del tiempo, sangra sin parar, sin cortarse. Se cierran los ojos y se abren las puertas del tiempo. Comienza a desangrar todo ese tiempo pasado por ti, te inunda, te encharca en ese mundo, que ya pasó, y no lo olvides solo tú puedes volver a él, él no volverá a ti. 

La chica que se adelantó dos días

Tan sólo debía tardar dos días más, pero ésta no es una chica normal, apareció antes de tiempo, no me quiso hacer esperar. Y llegó, llegó para alegrar la vida, de todos. Su piel rosada, un par de soles azules y su pelo rubio, iluminaban toda una vida. Porque no solo aparecía una sonrisa, apareció el inicio de la sonrisa de todos. Las “gracietas” de una cría, que con un “no” contentaba a todo el mundo.

Se llama Lucía, aunque yo también la llamo la suerte de mi vida, la niña de mis ojos, la alegría de la casa, la sonrisa que me ilumina, la niña que me hace comer gusanitos, la niña que con un “no” me hace feliz, sinónimos que significan lo mismo, todo.

Unas lágrimas anuncian mi llegada, soy el chico del tren, el que se va a Sevilla en eso que hace “chu, chu”, el que le lleva gusanitos, acompañados de un chupón, claro, y todo para comprarla, yo sólo le produzco lágrimas, pero los gusanitos nos sacan una sonrisa a los dos, lo poco que me cuesta auto-sacarme una sonrisa ¿verdad?

Pero ese es el comienzo, el final es muy distinto, acaba con un: - “no he valla” –Pero me tengo que ir… - “¿va a enir?” –Pues claro que voy a venir y te traeré ¡gusanitos! – “¡¿chiiiiiii?!”

Y de nuevo las sonrisas y los besos que inundan a cualquiera en tan ansiada felicidad…

Distinto

¿Qué es lo distinto? Supongo que yo o quizás eres tú. Todo es distinto para todos, porque todos somos distintos para todo. Lo distinto, o quizás lo raro ¿mejor? Es fácil, hablar de lo poco común, lo que a uno no le gusta es poco común, es raro, distinto, y claro todo aquel con aquellos gustos es sin más un “friki”, que bonito es ser juez y señor, poder dictaminar lo que es cada cosa, autonombrándonos "Lord Protector", como si nuestro entorno fuese un  reino en el que podemos decidir lo que es normal, de lo que no, lo que se debe hacer de lo que no, lo que somos de lo que no somos.  Porque al fin y al cabo todos somos “lo distinto”, es lo bonito que tiene esta vida, que todos tienen una parte distinta que enseñarte, tú, solo busca.  

Diario de...

…un borracho soñador. Ni noche, ni día, simplemente esa vida nublada por la vista, que ni ve ni quiere ver más allá de ese prolongado sueño, que recorre las calles. Calles que forman su particular encierro, ese que recorre cada noche a lomos de unos trozos de cartón, en compañía de su amigo “tinto”. Se desprende de todo, porque todo está a sus pies, él es el rey, dueño y señor de cada uno de los feudos que visita cada noche. Solo necesita esa niebla, o quizás solo ver a su amigo multiplicado por dos, no importa, de la misma manera se siente acompañado, no está solo, hay todo un mundo que lo rodea…

Comenzar

Comenzar el día despegando los labios, antes que los parpados. No hace falta abrir los ojos, vivo ese sueño despierto, aunque con los ojos bien cerrados. Me  acostumbro a que me despierte esa dulce melodía, que hace que mi día siempre empiece como el mejor de los sueños, contigo. Me miras, sonríes, te desperezas y todo vuelve a comenzar, la hora de las caricias, del tuya, mía.

PD: no te pido que duermas conmigo, simplemente que amanezcas a mi lado, que antes de poder ver la luz del día, de poder darte los “buenos días”, sea capaz de olerte, sentirte, quererte…