miércoles, 1 de febrero de 2012

Comenzar


Comenzar el día despegando los labios, antes que los parpados. No hace falta abrir los ojos, vivo ese sueño despierto, aunque con los ojos bien cerrados. Me  acostumbro a que me despierte esa dulce melodía, que hace que mi día siempre empiece como el mejor de los sueños, contigo. Me miras, sonríes, te desperezas y todo vuelve a comenzar, la hora de las caricias, del tuya, mía.
PD: no te pido que duermas conmigo, simplemente que amanezcas a mi lado, que antes de poder ver la luz del día, de poder darte los “buenos días”, sea capaz de olerte, sentirte, quererte… 

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