¿Hasta qué punto estamos dispuestos a dejarnos ver? Si
nosotros mismos no sabemos quiénes somos, qué somos capaces de hacer, o hasta
dónde nos podemos arrepentir de decisiones erróneas, ¿cómo saber lo que
mostrar?
La naturalidad creo que es la mejor virtud que una persona
puede tener. Mostrar lo que sale, sin falsas esperanzas de alguien que vive en
ninguna parte. De una sonrisa que tan solo unos ojos incrédulos vieron
fugazmente.
La vida suele pasar en esos rayos de luz que se dejan entre
ver en una borrachera, ya sea de sinceridad o de litros de paraíso. En el
sinsentido de alguien que se deja atrapar por la verdadera fiesta de cada
noche. En la grabación de alguien que se muestra como no es. En el dulce sueño
que esperaba el deseoso cansancio. En la vertiginosa persecución de la nueva
chica favorita.
En el ojo del huracán, dónde ya nada importa, cuando lo has
visto todo, ¿para qué ocultarse?
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