Poder levantar la vista para
comenzar una nueva caída en el olvido. Esa mirada que se pierde entre el paso
incesante de la vida a tu lado. Un suspiro que te remata en el último instante
de la caminata. Un inicio que te lleva a la siguiente parada sin refugio. El
ataque de necesidad que te manda a parar por completo tu vida. Una vida parada
para conseguir contrarrestar lo que en el fondo de los fondos estás perdiendo. Se
acabó, el momento de estar, necesitar, esperar, buscar y encontrar se presenta
y esta vez no es el momento de bajarse y estar de rodillas hasta un nuevo mundo
que llegará por inercia. Es el preciso instante en el que uno deja que le
inunde la rutina perdida, es el momento de no pararse más y de dejar bien claro
que vuelve a ser la hora de abrir; así que, silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario