Las ganas.
No siempre se gana, pero se suele intentar, es lo menos que nos puede quedar,
el intento tras el fracaso. No tenemos por qué fracasar siempre, pero suele
pasar. La vida está llena de esos momentos, o mejor dicho, de esos bajos
momentos. Todo sería muy fácil sin errores, ganando siempre. Lo bonito de decir
“a mí me gusta lo difícil”, pero luego estar deseando que aparezca lo fácil. Yo
no soy así, ¿o sí? Supongo que todos somos así, aunque en algún lado puede que
esté la excepción que rompa la regla. Por un mundo con lo distinto, por un
mundo con lo difícil. Aquello que te hace esforzarte, por tardar más en llegar
al fracaso, o simplemente por aprender a saborear, lo que es una auténtica
victoria. Saber lo que conlleva la felicidad, que sí, es solo una cosa,
dificultad. Por lo difícil, por ti, por mí, por el esfuerzo, ¡échale ganas a la
vida!
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