Hoy, sin ser más que ayer, o menos que mañana, lo eres. Eres esa pequeña montaña, que hay que superar para respirar ese aire fresco que tanto cuesta encontrar. Eres ese calor mañanero, que solo puedes acariciar sí despiertas en el lugar y la hora exacta. Eres esa clase de abrazos que solo el cariño puede dar. Eres esa cuenta que solo sale cuando estás entre amigos. Eres el beso que se despide sin perder amor. Eres el alma que lleva mucho más que al diablo. Eres la esperanza de aquel que vuela bajo. Eres el sueño del que te acaba de encontrar. Eres la necesidad de estar. Eres la ventaja por la que todos han luchado. Eres la almohada del que está cansado. Eres el precipicio de todo el que corre sin cabeza. Eres la fiesta sin alcohol. Eres el niño que agarra cualquier caramelo. Eres la sonrisa del mundo. Eres aquella maravilla que siempre está perdida…
Eres el momento.
Y es que cuando eres, no solo estás siendo, estás teniendo ese algo que hace falta para llegar a ser.
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