martes, 25 de septiembre de 2012

La victoria está llena de errores


Vale, llevaba en blanco mucho tiempo. Que no suene mal lo anterior, a veces las ideas que están en blanco son muy buenas ideas. No siempre es malo no hacer nada, es mejor que equivocarse. Aunque hoy voy a defender el error.

¿Cuál es el error, perder o dormir? Solemos plantear dos alternativas, gano o pierdo. Para muchos (quizás, hasta yo sea uno de ellos, en ocasiones) hay una tercera, dormir. Nos pasamos la vida durmiendo, desaprovechando el tiempo, o quizás escondiéndonos de él. Lo que no sabemos es que el tiempo no se para a buscarnos, pasa de largo, y claro está, lo perdemos. Pasamos de esta alternativa, no tiene ningún beneficio. La opción de equivocarse, normalmente siempre es beneficiosa. Siempre suelo creer  que la opción al luchar es la derrota. Es la primera opción que planteo, (el hecho de si sale bien, pues mira una alegría y si no pues ya me lo esperaba, MENTIRA). Pues bueno, me lo planteo, al igual que justo en frente, en la otra orilla está la opción por la que lucho. La opción de obtener lo que quiero. Si no hubiese una opción de ganar, no habría ninguna opción por la que luchar. Muchas veces el ganar, es el simple hecho de desahogarse, de conseguir expulsar lo que sobraba. No siempre nos falta algo, en su mayoría nos sobra.

Bueno, como veis, esto no es más que una tontería. Que cuatro leeréis, y yo, no sé si me he equivocado o no, pero me he desahogado, por lo tanto, he ganado.

PD: la victoria está llena de errores. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Delicadeza


Es difícil. Las cosas que merecen la pena suelen ser así, complicadas. Merece la pena todo aquello que te da su recompensa. Poder hacer las cosas bien, qué fácil. Acostumbrarse al momento idóneo. Olvidarse de todo lo que te rodea, porque lo que te rodea, no es más que lo que siempre has tenido. Preocuparte por lo que tienes delante. Que te miren, y tú no veas. La delicadeza de las cosas que salen bien. La brusquedad del cambio. El error que te refriegan por la boca. La necesidad de pasar, el hecho en sí. Las frases que se quedan ahí, sin verse. De momentos, de encuentros, de miradas, de errores y de aciertos. El momento adecuado para abrir los ojos. Sale el sol. Aprender a tratar a los demás con delicadeza, aprender a que las cosas salgan bien. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

El incomprensible querer


Es incomprensible cómo los momentos difíciles son poco valorados (entre comillas), si los comparamos con los que uno se queda. Los que uno de verdad quiere tener en su memoria al final no son los complicados, ni los que ha ido a buscar. Los que de verdad uno guarda en su memoria, hasta el fin de sus días, son los momentos tontos. Esos momentos que sin venir a cuento no significan nada, pero a la larga lo son todo. Esos gestos que no tienen nada más que lo que son, gestos. No le hace falta nada más a la persona que tienes a tu lado. Llena mi vida de momentos tontos y de gestos sin más.