viernes, 11 de agosto de 2023

Invertir

Hace tiempo que pienso en escribir. Que pienso en este blog. La verdad es que durante este tiempo he llegado a abrir esta página y he releído algunos de los textos. He revivido momentos con ellos; únicos. Pero también los he interpretado, y he pensado en cada uno de los sentidos que pueden llegar a tener. Esos que cada persona que los ha leído les ha impreso. Sentidos que han variado además con el momento en que cada una de esas personas ha situado su donde y cuándo. 


Y es que el ser humano es inteligente. Dicha inteligencia se basa en la inversión, y está en nosotros decidir hacia donde derivamos la posibilidad de ganar. Hay quien invierte en su familia. Los hay mas interesados en el trabajo. Están los que buscan amigos para vivir, y también los que se deciden por sus hobbies ( deportes, sofalin, un mar de letras, etc). 

Hoy he decidido invertir en revivir esa sensación de crear interpretaciones, y dar la libertad a que cada uno elija el momento y el lugar para mirar atrás, y recordar que el impulso está en nuestras inversiones, las que nos hacen inteligentes. 


¿Y tú, cuán inteligente eres? 

domingo, 10 de enero de 2021

Negarse al pasado

La oscuridad siempre es un elemento negativo en el interior de cada ser. O al menos lo sentimos así en esa parte primaria que nos lidera el miedo a estar solos. 


Párrafos en blanco definen mi situación mental actual. Hace tiempo que tan solo necesitaba algo de música y oscuridad para aclarar mis pensamientos y hacer llegar algo de tinta con sentido a cualquier hoja en blanco, pero el tiempo se ha consumido. 


No es fácil encontrar el momento y el lugar para volver a encontrarse con el pasado, requiere de técnica y sobre todo, dolor. Y es que hay veces que no hace falta que vayamos a buscar nada, simplemente llega y nos tumba boca arriba dejándonos sin defensa alguna. Derriba las puertas del futuro, instaurando un presente que no queríamos imaginar. Un presente que se lleva por delante planes sin despedida. 


El pasado. Ese que requiere tener la conciencia tranquila en cada momento, para asegurar que no destroza a su paso todo lo que tengamos en nuestro interior. Requiere que la oscuridad que nos aterroriza se convierta en aliada. Requiere que el silencio esté guiado por esa mirada que nos traslada a la realidad y nos muestre el camino sin frenos. 


Negarse en los más profundo a seguir mirando atrás, y contar en cada pensamiento contigo. En cada paso que dé. En cada lágrima que toque el suelo, y en cada sonrisa que ilumine el cielo. 


Me niego a dejarte. 

miércoles, 6 de enero de 2021

Eterno

He perdido un trocito de mi. 


Hace ya días en los que no me encuentro. Hace días en los que rebusco en mi interior, y encuentro una batalla irracional. Por un lado las lágrimas que añoran el hueco que dejas, por otro, las sonrisas de haber podido vivirte. 


Al cerrar los ojos todo se vuelve negación, porque no hay explicación posible que me deje ver, si no estás. La vista se me nubla, porque la unión que siempre me ha guiado ahora está partida. Al otro extremo solo queda vacío, y no me gusta. 


Sé que no te gustaría ver lágrimas derramadas, y se que no hay nada que hacer. Pero la impotencia ha decidido unirse a la tristeza y luchar contra toda racionalidad que pueda traer el ciclo de la vida, y están venciendo. Han tomado la delantera porque te echo de menos. El hueco que has dejado duele. Duele mucho. 


Y es que te has llevado el punto de encuentro en mi vida. Te has llevado horas de charla sobre canarios. Te has llevado tus “peniculas” de “loeste”. Te has llevado tus “ebros”. Te has llevado “la huerta”. Te has llevado ese girar de pulgares en el sofá. Te has llevado el finalizar las llamadas sin despedirte. Te has llevado los “ ten cuidaito y no te metas en líos”. Pero siempre te quedaras en tu único nieto. SIEMPRE. 


Entiendo que la única vencedora posible siempre será la vida, la que sigue. Pero sin ti, todo duele más.


Te quiero.

sábado, 18 de abril de 2020

Expectativa

No hace mucho que perseguía una meta. En ella no había cabida para el fracaso, y mucho menos para el rechazo. 

Y es que no hace mucho el futuro es lo que colmaba mi presente. No dejaba escapar el tiempo en vano, lo hacía con la esperanza de conseguir algo, pero no ahora, luego.

Entonces surge ese momento en el qué abrazar se siente como la meta que un día habíamos recordado. Ese acto que tan solo significa cuando hay una emoción de por medio. Poder canjear todas y cada una de las sensaciones que nos hacen sentir cerca en ese roce con tu piel. El susurro que provoca cada uno de tus poros con mis heridas. Perder toda expectativa por la realidad, y ganarla bailando entre algodones. El hecho de poder sanar todo lo que habíamos presupuestado para seguir en el camino. Imaginarte al final.

Y todo para poder acceder a tus sueños y convertirme en tu futuro.